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VOZ DE LA FOTO:  Neque porro quisquam est qui dolorem ipsum quia dolor sit amet, consectetur, adipisci velit...-- No hay nadie que ame el dolor mismo, que lo busque, lo encuentre y lo quiera, simplemente porque es el dolor.
Provisional.    © LCJ
Edit:  Editorial edhasa   www.edhasa.es

   

Fragmentos de libros:

De  I

(Pesca en el puerto de Alejandría. Naruz y Mountolive)

... El círculo de botes se había estrechado lo bastante para abarcar las cuencas de peces, y en la cálida oscuridad empezaron a chisporrotear fósforos y prontamente las lámparas de carburo se prendieron como trémulas flores amarillas, vacilando hasta definirse, permitiendo a los que estaban fuera de línea rectificar su posición. Naruz se inclinó sobre su huésped y tanteó buscando la proa. Mountolive olió el sudor del robusto cuerpo de Naruz, que probaba el tubo de MartinPescadorgoma y sacudía la vieja caja de baquelita del farol, llena del residuo de carburo. Después dio vuelta una llave, prendió un fósforo y por un momento densas nubes de humo envolvieron a los dos hombres, que contuvieron el aliento, pero el ambiente se despejó rápidamente mientras debajo de ellos florecía, como un inmenso cristal de colores, un semicírculo de agua del lago, candente y fiel como una linterna mágica al reflejar las sobresaltadas imágenes de peces que se dispersaban y volvían a formarse con movimientos de sorpresa, curiosidad, quizá placer inclusive. Naruz expelió el aliento con fuerza y volvió a su lugar.

-Mire abajo -dijo-, pero mantenga bien baja la cabeza.

-Póngase un saco en la cabeza. Los martinpescadores se enloquecen con el pescado y no saben ver de noche. La última vez me cortaron la mejilla y Sobhi perdió un ojo. Mire adelante y abajo...

...

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